La crisis de la covid-19, con un aumento del teletrabajo y rutinas de confinamiento, ha acentuado las desigualdades de género ya existentes antes de la epidemia y ha supuesto una oportunidad perdida para avanzar hacia un reparto más igualitario del trabajo doméstico y su revalorización. Así lo concluyen investigadores del Centro de Estudios Sociológicos sobre la Vida Cotidiana y el Trabajo (QUIT) del Departamento de Sociología de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y del Instituto de Estudios Regionales y Metropolitanos de Barcelona (IERMB), que han analizado el impacto de género del teletrabajo y el confinamiento en las tareas domésticas y de cuidado de personas.
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