No cumplir con la obligación de tener un plan de igualdad está calificado por ley como una infracción grave de las relaciones laborales, que pueden ser sancionadas con multas desde 751 a 7.500 euros. La Inspección de Trabajo ha intensificado la persecución de este incumplimiento en los últimos años. Si la exigencia de implementar el plan de igualdad parte de un mandato de la Inspección de Trabajo, no hacerlo está considerado una infracción muy grave, por la que las multas ascienden de los 7.501 euros hasta los 225.018 euros en su grado máximo. Los planes de igualdad son una herramienta negociada entre empresas y plantillas para alcanzar “la igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres” en los centros de trabajo y para “eliminar la discriminación por razón de sexo”, recoge la Ley de Igualdad. Estos deben incluir un diagnóstico de partida, que analiza de forma objetiva la situación de la empresa en este tema, sobre el que se deben diseñar medidas para eliminar las desigualdades o retos para alcanzar la igualdad que se hayan detectado.
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